Desvariar,si.Estos días son de lo más absurdo.La lluvia acobarda,excepto en Londres,donde nunca podrán condenarse a la cautividad eterna.Particularmente,
en mi casa reina el más profundo silencio,únicamente perturbado por la relajantísima cadencia de gotitas sobre la ventana.
A menudo me doy cuenta de que el instante más gozoso de mi jornada diaria es,sin duda,abrir el libro,prender la tetera,sillón orejero y SOÑEMOS,por favor.Inmersa en la lectura,recordé hoy lo sencillo que resulta divertirse.
Me he acordado de SUNSET BOULEVARD,de Billy Wilder, y el aterrador rostro de Gloria Swanson,y un escalofrío me ha recorrido el cuerpo,como si me avergonzara yo también de ser una diva venida a menos en mi sillon orejero.
Mis vergüenzas,no obstante,no son lo suficientemente aprensibles como para ser tomadas en cuenta.Me gusta el vino de moscatel,aunque sea pedorro,y las pelis en blanco y negro que ponen en Intereconomía,y si eres extremadamente simpático probablemente me anules,me aturdas.
Cuando hablo en francés me siento un poco dentro de un fascículo del famoso magazine sesentero " Mademoiselle Age Tendre",como sylvie Vartan en plena pubertad.
Quizá la música no lo sea todo...pienso,pero aún así,hace mi existencia mas llevadera.
He recopilado algunas fotos de divas sixties(a su manera),en su mayoría venidas a más,que hoy pasaban por mi mente,mientras yo,con Javier Marías y desde mi sillón orejero,degusto la cotidianidad de mis días.
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